Que decirte si no, que en mí siempre habrá un desequilibrio latente...
Es sutil, fútil, el impulso de muerte.
Animalillo perverso y carroñero en mí mente, que demanda mí destrucción y es sombra de cuanto me resulta reluciente.
Que decirte si no, que vivo al borde del abismo, que de su imagen me moldeo, cuál tigre que se devora a si mismo.
Caníbal impulso, que al final me lleve a vomitar me en prosa y Mancha de rayas negras las letras de mí poema.
Has de saber que por romántica composición mí belleza no deja de ser decadente y por hermosa que mí decadencia fuere , no deja de ser un reflejo de este pulso de muerte.
Gerard Cuello
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