Tu voz

Tu voz, tu voz podria derretir chocolate.

Ay... Tu voz podria derretir mis oidos de tanto placer, tu dulce voz podria llevar a que me ahogase en saliva, que me relamiera en deseos de besar tus labios de sirena, de encontarme con la autora boca de tan seductora melodia.

Esa cancion que insita a la mas hermosa perdicion, que invita a los musculos a relajarse y mi boca tensarse en involuntarias sonrisas. Se podrian escribir obras completas en honor a tu voz mujer y doy fe de que ninguna la describiria lo suficientemente bien. No hay texto que pueda expresar la misma dulzura y sensualidad, la misma ternura y calides.

No, estoy indefenso ante ti desde el momento en que te dejas oir. Todo en mi pierde fuerza, mi voluntad se ahoga en el mar vibracional que es tu voz... Que podria hacer yo? Resistirme? Lo dices en serio? Como podria hacerle eso a mi mente y a mi cuerpo? Si cada fibra de mi ser me ruega que me acucurre en tu canto, que sonria y de ojos cerrados me duerma en ti pensando.

Me muero de exitacion y de calma, me muero de paz y de seguridad, de jubilo y de calor al oirte.

Ojala jamas me falten los oidos, ojala jamas se me de por caer en la sordera por que de ser asi no volveria a vivir esa adictiva experiencia de escucharte.

Y si me diriges hacia el inevitable naufragio, y si me atraes hacia un precipicio de rocas filosas en el cual morir al fin... Adelante, matame, morire de jubilo ahi. Derriteme como derretirias el chocolate y bebetelo si gustas, si es lo que deseas. Yo gustoso me entrego a tus fauces, al terrible destino final que siempre aseguras que hay en ti. Adelante, cuanto mas hablas mas lo quiero.

Ojala tu voz pudiera ser condensada en materia para poder beberla. Es que me causa una desesperacion dolorosa no escucharla, no entregarme rendido a la musa que emana tales palabras. Por ultima vez, adelante, matame, solo no pares de hablar mientras lo haces.

Gerard Cuello