martes, 13 de junio de 2017

Carta de índole muy personal con pobre referencia al génesis


Lo que voy a contarte es quizá lo mas personal que jamas le contare a nadie en mi vida y dicho esto podrías pensar que te contare un secreto escandaloso sobre mi pasado o tal vez pienses en una intimidad de índole sexual, puede que en un pecado u ofenda contra la moral sin embargo no es nada de eso, te hablare de la primera vez que como todos comí del fruto prohibido.

Lo mas sensato, si deseo que comprendas una historia tal, sera que comience por contarte que antes del suceso clave de esta historia yo era un ser insustancial, simple y de una naturaleza arcaica y salvaje pero sobre todo era un ser feliz... Se podría decir que vivía en una casa humilde con una joven pareja pero eso no se siente como la verdad pues yo no existía en aquel entonces, aquella pareja por otra parte definitivamente si existía y se había mudado hacia poco tiempo a aquella casa, esta ultima no era perfecta ni mucho menos, pero a diferencia de la anterior les pertenecía lo que les ahorraba mucho dinero.

El matrimonio tenia un hijo, un niño tímido pero alegre que jamas dejaba de sonreír y gustaba de andar desnudo por todas partes de la casa, como todo niño generaba su cuota de estrés a los padres pero esta era mínima pues no era una criatura excesivamente inquieta ni mucho menos e incluso era notablemente obediente al punto de asustar un poco, ya que exceptuando algún berrinche a la hora de vestirle el niño se limitaba a quedarse horas mirando la nada. Quizá lo único que en verdad le ocasionaba irritabilidad a la madre era que este acostumbrara despertarse de madrugada e ir hasta el cuarto de ellos, el echo es que no hacia esto ultimo para ir acostarse con sus padres o algo similar, simplemente se limitaba a observarlos mientras dormían. Alguna vez te despertaste de golpe con la sensación de que alguien te observaba?, bueno por enterrador que suene es lo que vivía ella a diario con el niño pero su reacción en contraste solo era decirle que se fuera a su cuarto a dormir a lo que el chico hacia esto mismo.

Una noche el chico se aventuro al cuarto de sus padres como otras tantas veces y se quedo mirando a la madre, hasta que esta acostumbrada despertó y como era de esperarse le dijo que fuera a dormir ya que era tarde pero ocurrió algo diferente esta ves, el pequeño se quedo parado a unos metros de la puerta, inmóvil y con la mirada fija... la madre lo noto y queriendo ver que pasaba observo hacia donde podía dirigirse dicha mirada llegando a la conclusión de que su pequeño miraba el espejo o mas exactamente su reflejo, desnudo, frágil e indefenso... La madre vio a su vez algo mas en el reflejo de su hijo, algo que todas las veces anteriores que aquel niño se paro frente a un espejo faltaba y que esta vez en cambio no, en los ojos del niño había una cierta comprensión, el mismo se había reconocido por vez primera en el espejo y había sido desterrado del paraíso pues era consciente de su desnudes y de si mismo, caminaría en la tierra junto con otros que temen y se esconden, junto a todos aquellos que en parte olvidaron como ser felices al comer del árbol del conocimiento, ese niño, como ya comprenderás, esa noche en mi fue en lo que se transformo y estoy seguro de decir que esa noche se condeno.

Gerard Cuello

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